No hay duda que Kant fue uno de los filósofos más sobresalientes de la historia de la filosofía. Lo que él aportó es muy extenso. Ahora simplemente quiero proponer una pequeña lectura que la escribió Kant sobre la ilustración, allí revela un pensamiento inquietante. Espero que usted haga filosofía haciendo sus comentarios. "No hay que aprender filosofía, Hay que aprender a filosofar". Eso dijo Kant.
¿Qué es la ilustración? - Emmanuel Kant
La ilustración es la salida del hombre de su minoría de edad...
El mismo es culpable de ella. La minoría de edad estriba en la
incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la dirección de
otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de
ella no yace en un defecto del entendimiento, sino en la falta de
decisión y ánimo para servirse con independencia de él, sin la
conducción de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio
entendimiento! He aquí la divisa de la ilustración.
La mayoría de los hombres, a pesar de que la naturaleza los ha librado
desde tiempo atrás de conducción ajena (naturaliter maiorennes),
permanecen con gusto bajo ella a lo largo de la vida, debido a la pereza
y la cobardía. Por eso les es muy fácil a los otros erigirse en
tutores. ¡Es tan cómodo ser menor de edad! Si tengo un libro que piensa
por mí, un pastor que reemplaza mi conciencia moral, un médico que juzga
acerca de mi dieta, y así sucesivamente, no necesitaré del propio
esfuerzo. Con sólo poder pagar, no tengo necesidad de pensar: otro
tomará mi puesto en tan fastidiosa tarea. Como la mayoría de los hombres
(y entre ellos la totalidad del bello sexo) tienen por muy peligroso el
paso a la mayoría de edad, fuera de ser penoso, aquellos tutores ya se
han cuidado muy amablemente de tomar sobre sí semejante
superintendencia. Después de haber atontado sus reses domesticadas, de
modo que estas pacíficas criaturas no osan dar un solo paso fuera de las
andaderas en que están metidas, les mostraron el riesgo que las amenaza
si intentan marchar solas. Lo cierto es que ese riesgo no es tan
grande, pues después de algunas caídas habrían aprendido a caminar; pero
los ejemplos de esos accidentes por lo común producen timidez y
espanto, y alejan todo ulterior intento de rehacer semejante
experiencia.
Por tanto, a cada hombre individual le es difícil salir de la minoría de
edad, casi convertida en naturaleza suya; inclusive, le ha cobrado
afición. Por el momento es realmente incapaz de servirse del propio
entendimiento, porque jamás se le deja hacer dicho ensayo. Los grillos
que atan a la persistente minoría de edad están dados por reglamentos y
fórmulas: instrumentos mecánicos de un uso racional, o mejor de un abuso
de sus dotes naturales. Por no estar habituado a los movimientos
libres, quien se desprenda de esos grillos quizá diera un inseguro salto
por encima de alguna estrechísima zanja. Por eso, sólo son pocos los
que, por esfuerzo del propio espíritu, logran salir de la minoría de
edad y andar, sin embargo, con seguro paso.
Pero, en cambio, es posible que el público se ilustre a sí mismo,
siempre que se le deje en libertad; incluso, casi es inevitable. En
efecto, siempre se encontrarán algunos hombres que piensen por sí
mismos, hasta entre los tutores instituidos por la confusa masa. Ellos,
después de haber rechazado el yugo de la minoría de edad, ensancharán el
espíritu de una estimación racional del propio valor y de la vocación
que todo hombre tiene: la de pensar por sí mismo. Notemos en particular
que con anterioridad los tutores habían puesto al público bajo ese yugo,
estando después obligados a someterse al mismo. Tal cosa ocurre cuando
algunos, por sí mismos incapaces de toda ilustración, los incitan a la
sublevación: tan dañoso es inculcar prejuicios, ya que ellos terminan
por vengarse de los que han sido sus autores o propagadores. Luego, el
público puede alcanzar ilustración sólo lentamente. Quizá por una
revolución sea posible producir la caída del despotismo personal o de
alguna opresión interesada y ambiciosa; pero jamás se logrará por este
camino la verdadera reforma del modo de pensar, sino que surgirán nuevos
prejuicios que, como los antiguos, servirán de andaderas para la mayor
parte de la masa, privada de pensamiento.
Sin embargo, para esa ilustración sólo se exige libertad y, por cierto,
la más inofensiva de todas las que llevan tal nombre, a saber, la
libertad de hacer un uso público de la propia razón, en cualquier
dominio. Pero oigo exclamar por doquier: ¡no razones! El oficial dice:
¡no razones, adiéstrate! El financista: ¡no razones y paga! El pastor:
¡no razones, ten fe! (Un único señor dice en el mundo: ¡razonad todo lo
que queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced!) Por todos lados,
pues, encontramos limitaciones de la libertad. Pero ¿cuál de ellas
impide la ilustración y cuáles, por el contrario, la fomentan? He aquí
mi respuesta: el uso público de la razón siempre debe ser libre, y es el
único que puede producir la ilustración de los hombres. El uso privado,
en cambio, ha de ser con frecuencia severamente limitado, sin que se
obstaculice de un modo particular el progreso de la ilustración.
Entiendo por uso público de la propia razón el que alguien hace de ella,
en cuanto docto, y ante la totalidad del público del mundo de lectores.
Llamo uso privado al empleo de la razón que se le permite al hombre
dentro de un puesto civil o de una función que se le confía. Ahora bien,
en muchas ocupaciones concernientes al interés de la comunidad son
necesarios ciertos mecanismos, por medio de los cuales algunos de sus
miembros se tienen que comportar de modo meramente pasivo, para que,
mediante cierta unanimidad artificial, el gobierno los dirija hacia
fines públicos, o al menos, para que se limite la destrucción de los
mismos. Como es natural, en este caso no es permitido razonar, sino que
se necesita obedecer. Pero en cuanto a esta parte de la máquina, se la
considera miembro de una comunidad íntegra o, incluso, de la sociedad
cosmopolita; en cuanto se la estima en su calidad de docto que, mediante
escritos, se dirige a un público en sentido propio, puede razonar sobre
todo, sin que por ello padezcan las ocupaciones que en parte le son
asignadas en cuanto miembro pasivo. Así, por ejemplo, sería muy
peligroso si un oficial, que debe obedecer al superior, se pusiera a
argumentar en voz alta, estando de servicio, acerca de la conveniencia o
inutilidad de la orden recibida. Tiene que obedecer. Pero no se le
puede prohibir con justicia hacer observaciones, en cuanto docto, acerca
de los defectos del servicio militar y presentarlas ante el juicio del
público. El ciudadano no se puede negar a pagar los impuestos que le son
asignados, tanto que una censura impertinente a esa carga, en el
momento que deba pagarla, puede ser castigada por escandalosa (pues
podría ocasionar resistencias generales). Pero, sin embargo, no actuará
en contra del deber de un ciudadano si, como docto, manifiesta
públicamente sus ideas acerca de la inconveniencia o injusticia de tales
impuestos. De la misma manera, un sacerdote está obligado a enseñar a
sus catecúmenos y a su comunidad según el símbolo de la Iglesia a que
sirve, puesto que ha sido admitido en ella con esa condición. Pero, como
docto, tiene plena libertad, y hasta la misión, de comunicar al público
sus ideas cuidadosamente examinadas y bien intencionadas acerca de
los defectos de ese símbolo; es decir, debe exponer al público las
proposiciones relativas a un mejoramiento de las instituciones,
referidas a la religión y a la Iglesia. En esto no hay nada que pueda
provocar en él escrúpulos de conciencia. Presentará lo que enseña en
virtud de su función en tanto conductor de la Iglesia como algo que no
ha de enseñar con arbitraria libertad, y según sus propias opiniones,
porque se ha comprometido a predicar de acuerdo con prescripciones y en
nombre de una autoridad ajena. Dirá: nuestra Iglesia enseña esto o
aquello, para lo cual se sirve de determinados argumentos. En tal
ocasión deducirá todo lo que es útil para su comunidad de proposiciones a
las que él mismo no se sometería con plena convicción; pero se ha
comprometido a exponerlas, porque no es absolutamente imposible que en
ellas se oculte cierta verdad que, al menos, no es en todos los casos
contraria a la religión íntima. Si no creyese esto último, no podría
conservar su función sin sentir los reproches de su conciencia moral, y
tendría que renunciar. Luego el uso que un predicador hace de su razón
ante la comunidad es meramente privado, puesto que dicha comunidad sólo
constituye una reunión familiar, por amplia que sea. Con respecto a la
misma, el sacerdote no es libre, ni tampoco debe serlo, puesto que
ejecuta una orden que le es extraña. Como docto, en cambio, que habla
mediante escritos al público, propiamente dicho, es decir, al mundo, el
sacerdote gozará, dentro del uso público de su razón, de una ilimitada
libertad para servirse de la misma y, de ese modo, para hablar en nombre
propio. En efecto, pretender que los tutores del pueblo (en cuestiones
espirituales) sean también menores de edad, constituye un absurdo capaz
de desembocar en la eternización de la insensatez.
Pero una sociedad eclesiástica tal, un sínodo semejante de la Iglesia,
es decir, una classis de reverendos (como la llaman los holandeses) ¿no
podría acaso comprometerse y jurar sobre algún símbolo invariable que
llevaría así a una incesante y suprema tutela sobre cada uno de sus
miembros y, mediante ellos, sobre el pueblo? ¿De ese modo no lograría
eternizarse? Digo que es absolutamente imposible. Semejante contrato,
que excluiría para siempre toda ulterior ilustración del género humano
es, en sí mismo, sin más nulo e inexistente, aunque fuera confirmado por
el poder supremo, el congreso y los más solemnes tratados de paz. Una
época no se puede obligar ni juramentar para poner a la siguiente en la
condición de que le sea imposible ampliar sus conocimientos (sobre todo
los muy urgentes), purificarlos de errores y, en general, promover la
ilustración. Sería un crimen contra la naturaleza humana, cuya
destinación originaria consiste, justamente, en ese progresar. La
posteridad está plenamente justificada para rechazar aquellos decretos,
aceptados de modo incompetente y criminal. La piedra de toque de todo lo
que se puede decidir como ley para un pueblo yace en esta cuestión: ¿un
pueblo podría imponerse a sí mismo semejante ley? Eso podría ocurrir si
por así decirlo, tuviese la esperanza de alcanzar, en corto y
determinado tiempo, una ley mejor, capaz de introducir cierta
ordenación. Pero, al mismo tiempo, cada ciudadano, principalmente los
sacerdotes, en calidad de doctos, debieran tener libertad de llevar sus
observaciones públicamente, es decir, por escrito, acerca de los
defectos de la actual institución. Mientras tanto hasta que la
intelección de la cualidad de estos asuntos se hubiese extendido lo
suficiente y estuviese confirmada, de tal modo que el acuerdo de su
voces (aunque no la de todos) pudiera elevar ante el trono una propuesta
para proteger las comunidades que se habían unido en una dirección
modificada de la religión, según los conceptos propios de una
comprensión más ilustrada, sin impedir que los que quieran permanecer
fieles a la antigua lo hagan así mientras tanto, pues, perduraría el
orden establecido. Pero constituye algo absolutamente prohibido unirse
por una constitución religiosa inconmovible, que públicamente no debe
ser puesta en duda por nadie, aunque más no fuese durante lo que dura la
vida de un hombre, y que aniquila y torna infecundo un período del
progreso de la humanidad hacia su perfeccionamiento, tornándose,
incluso, nociva para la posteridad. Un hombre, con respecto a su propia
persona y por cierto tiempo, puede dilatar la adquisición de una
ilustración que está obligado a poseer; pero renunciar a ella, con
relación a la propia persona, y con mayor razón aún con referencia a la
posteridad, significa violar y pisotear los sagrados derechos de la
humanidad. Pero lo que un pueblo no puede decidir por sí mismo, menos lo
podrá hacer un monarca en nombre del mismo. En efecto, su autoridad
legisladora se debe a que reúne en la suya la voluntad de todo el
pueblo. Si el monarca se inquieta para que cualquier verdadero o
presunto perfeccionamiento se concilie con el orden civil, podrá
permitir que los súbditos hagan por sí mismos lo que consideran
necesario para la salvación de sus almas. Se trata de algo que no le
concierne; en cambio, le importará mucho evitar que unos a los otros se
impidan con violencia trabajar, con toda la capacidad de que son
capaces, por la determinación y fomento de dicha salvación. Inclusive se
agravaría su majestad si se mezclase en estas cosas, sometiendo a
inspección gubernamental los escritos con que los súbditos tratan de
exponer sus pensamientos con pureza, salvo que lo hiciera convencido del
propio y supremo dictamen intelectual con lo cual se prestaría al
reproche Caesar non est supra grammaticos o que rebajara su poder
supremo lo suficiente como para amparar dentro del Estado el despotismo
clerical de algunos tiranos, ejercido sobre los restantes súbditos.
Luego, si se nos preguntara ¿vivimos ahora en una época ilustrada?
responderíamos que no, pero sí en una época de ilustración. Todavía
falta mucho para que la totalidad de los hombres, en su actual
condición, sean capaces o estén en posición de servirse bien y con
seguridad del propio entendimiento, sin acudir a extraña conducción. Sin
embargo, ahora tienen el campo abierto para trabajar libremente por el
logro de esa meta, y los obstáculos para una ilustración general, o para
la salida de una culpable minoría de edad, son cada vez menores. Ya
tenemos claros indicios de ello. Desde este punto de vista, nuestro
tiempo es la época de la ilustración o "el siglo de Federico".
Un príncipe que no encuentra indigno de sí declarar que sostiene como
deber no prescribir nada a los hombres en cuestiones de religión, sino
que los deja en plena libertad y que, por tanto, rechaza al altivo
nombre de tolerancia, es un príncipe ilustrado, y merece que el mundo y
la posteridad lo ensalce con agradecimiento. Al menos desde el gobierno,
fue el primero en sacar al género humano de la minoría de edad, dejando
a cada uno en libertad para que se sirva de la propia razón en todo lo
que concierne a cuestiones de conciencia moral. Bajo él, dignísimos
clérigos sin perjuicio de sus deberes profesionales pueden someter al
mundo, en su calidad de doctos, libre y públicamente, los juicios y
opiniones que en ciertos puntos se apartan del símbolo aceptado. Tal
libertad es aún mayor entre los que no están limitados por algún deber
profesional. Este espíritu de libertad se extiende también
exteriormente, alcanzando incluso los lugares en que debe luchar contra
los obstáculos externos de un gobierno que equivoca sus obligaciones.
Tal circunstancia constituye un claro ejemplo para este último, pues
tratándose de la libertad, no debe haber la menor preocupación por la
paz exterior y la solidaridad de la comunidad. Los hombres salen
gradualmente del estado de rusticidad por propio trabajo, siempre que no
se trate de mantenerlos artificiosamente en esa condición.
He puesto el punto principal de la ilustración es decir, del hecho por
el cual el hombre sale de una minoría de edad de la que es culpable en
la cuestión religiosa, porque para las artes y las ciencias los que
dominan no tienen ningún interés en representar el papel de tutores de
sus súbditos. Además, la minoría de edad en cuestiones religiosas es la
que ofrece mayor peligro: también es la más deshonrosa. Pero el modo de
pensar de un jefe de Estado que favorece esa libertad llega todavía más
lejos y comprende que, en lo referente a la legislación, no es peligroso
permitir que los súbditos hagan un uso público de la propia razón y
expongan públicamente al mundo los pensamientos relativos a una
concepción más perfecta de esa legislación, la que puede incluir una
franca crítica a la existente. También en esto damos un brillante
ejemplo, pues ningún monarca se anticipó al que nosotros honramos.
Pero sólo alguien que por estar ilustrado no teme las sombras y, al
mismo tiempo, dispone de un ejército numeroso y disciplinado, que les
garantiza a los ciudadanos una paz interior, sólo él podrá decir algo
que no es lícito en un Estado libre: ¡razonad tanto como queráis y sobre
lo que queráis, pero obedeced! Se muestra aquí una extraña y no
esperada marcha de las cosas humanas; pero si la contemplamos en la
amplitud de su trayectoria, todo es en ella paradójico. Un mayor grado
de libertad civil parecería ventajoso para la libertad del espíritu del
pueblo y, sin embargo, le fija límites infranqueables. Un grado menor,
en cambio, le procura espacio para la extensión de todos sus poderes.
Una vez que la Naturaleza, bajo esta dura cáscara, ha desarrollado la
semilla que cuida con extrema ternura, es decir, la inclinación y
disposición al libre pensamiento, ese hecho repercute gradualmente sobre
el modo de sentir del pueblo (con lo cual éste va siendo poco a poco
más capaz de una libertad de obrar) y hasta en los principios de
gobierno, que encuentra como provechoso tratar al hombre conforme a su
dignidad, puesto que es algo más que una máquina.
Emmanuel Kant
Esta lectura tomada de: http://kant.idoneos.com/index.php/310434. Octubre - 3 de 2012.
la ilustración nos muestra que cada uno debemos tener valor para servirnos a nuestros propios conocimientos por lo tanto nos da a entender que la ilustración solo se exige libertad...att: yhisel tatiana alvear guerrero.
ResponderEliminarla ilustración nos muestra que cada uno debemos tener valor de servirnos de nuestros propios conocimientos...por lo tanto nos dan a entender que la ilustración solo exige la libertad para un publico de la propia razón.
ResponderEliminarla ilustracion nos muestra que, es muy facil ser menor de edad pero sin enbargo es dificil tener que servirnos de nuestra propia razon ya que tenomos que ser libres y al adquirir esta livertad tambien recivinos responsabilidad, de tener el criteriopara pensar, reaccionar, incluso decidir sobre nestras acciones. Pero sin enbargo cuando llegamos a tener ese conosimiento ay tendremos el servicio de nuestra razon. Att. Natalia Morales Benavides
ResponderEliminarla ilustración nos muestra que al ser menor de edad significa la incapacidad de entender su propio pensamiento sin la ayuda de otro.uno es culpable cuando le falta decisión y valor para realizar algo sin la ayuda de un guía.KAMILA PASCUAZA RIAÑO
ResponderEliminares posible que uno se puede ilustrar por si mismo pero es inevitable ya que nuestra familia no nos permite sobre pasar o ser lo que queremos ser, sino lo que ellos quieren porque ellos infieren en nuestra manera de actuar y pensar desde nuestra niñes.YULY LILIANA RIVERA RIAÑO
ResponderEliminarestán en la minoría de edad por falta de esfuerzo por no pensar por si mismas ya que tienen un tutor que de por ellas y nos es difícil de salir de ahí por falta de libertad y dominio del propio espíritu. La ilustración la necesitaremos en todas las oportunidades que se nos presenten en la vida por que hay el la libertad en propia razón.............DORIS MADROÑERO
ResponderEliminarla ilustración es servirse del propio entendimiento y que uno mismo es culpable por la falta decisión y animo para servirse con independencia ; también debemos salir de la minoría de edad dejando que nuestro propio entendimiento actúe libremente, con el esfuerzo de nuestro propio espíritu ...........LISSETH ALVAREZ
ResponderEliminarBueno esta lectura es de gran provecho, en este texto refleja el gran pensamiento de este filosofo Kant el cual nos muestra una de las terribles realidades del mundo, la cual, es nuestro falto de apetito por ilustrarnos en otras palabras por conocer más. Para mí lo que Kant nos trata de decir, es que nos conformamos con lo que tenemos y no queremos tener más, si no quedarnos estancados en la incertidumbre. Lo que en nuestro mundo se está dando, es que cada vez las personas dependen de otras para sobrevivir y esto no produce un progreso para el mundo los tutores en este caso son los que deciden superarse, que adquieren un conocimiento y aportan a él, son los que se están beneficiando. Si nos damos cuenta muchos en nuestro país dependen del gobierno no digo que todos per la mayoría, esto causa que el estado pueda abusar de su poder contra las personas que no quieren darse el lujo de aportar a esta sociedad. El uso de la razón es la escalera que las personas usan para llegar a lo más alto del conocimiento. Pienso que para que la sociedad progrese en la ilustración debe haber alguien que impulse esto y además debe haber la disponibilidad del que quiere hacerlo. El tutor en estos casos es el que ayuda a impulsar al que puede conocer y aportar más pero no quiere por la sencilla razón que le da miedo enfrentar una sociedad que critique su pensamiento y no lo pueda comprender. El mundo podría ilustrarse si hubieran tutores que se encargasen de hacerlo, no por ellos si no dándoles las bases para que lo hagan.
ResponderEliminarEste es la deducción que puedo dar de este texto que es un poco largo pero no difícil de comprender si uno da y quiere dar un paso al conocimiento.
Atentamente: YURIANA MARCELA APRAEZ APRAEZ
lo que para mi la lectura quiere decir es que nosotras las personas estamos en un mundo en el cual para poder sobrevivir estamos dependiendo de otras personas y no nos queremos dar cuenta de que nosotros podemos salir adelante o mejor dicho podemos sobrevivir ante los cambios que nos presenta el mundo por so solos y que debemos salir de la minoría de edad para que a si nuestro propio entendimiento actué de una forma libre sin depender de otros
ResponderEliminarROXANA CASTRO MORA
la lectura es muy interesante ya que nos refleja como los seres humanos estamos viviendo en esta comunidad llena de personas llenas de malos pensamientos que no dejan que nos expresemos y que seamos libres con nuestras ideas, ya que cada persona tenemos uso de la razón y podemos pensar libremente y muchas veces hacen que nuestra dignidad valla disminuyendo. DANIELA ALEXANDRA BACCA TORRES.
ResponderEliminarlos grandes pensamientos nos han llevado a salir de un mundo materialista y normal donde la razon se da mas alla que el conocimiento que adquirimos por alguna carera o experiencias que vivimos a diario, que nos hace salir de la MINORIA DE EDAD como dice el gran filosofo Kant, aunque la gran mayoria de hombres no nos hemos dado cuenta que la MINORIA DE EDAD nos ha llevado a recurir al docto (personas sabias o estudiadas) que hace que hagan el trabajo por nosotros tan solo con pagarle resolvera nuestros problemas; mas sin embargo no nos hemos dado cuenta que todo lo podriamos hacer nosotros mismos con esforzarnos y dejando a un lado la pereza que sin esfuerzo logra entrar en nosotros haciendo mas profunda la MINORIA DE EDAD...... ME PARECE MUY INTERESANTE EL PENSAMIENTO DE KANT..
ResponderEliminarLEIDY MARCELA APRAEZ JEJEJEJJ
Esta lectura me pareció muy agradable ya que nos muestra las realidades que se están viviendo en nuestra sociedad pues nosotros no somos razonables al expresarnos porque en muchas ocasiones sentimos miedo de lo que los demás puedan opinar o simplemente dependemos de lo que los otros piensan y establecen.
ResponderEliminarla lectura me pareció importante porque habla de la minoría de edad la cual nos dice que es la capacidad de nuestro entendimiento sin dirección de otro. Esto nos da a entender que para que todo funcione correctamente cada persona debe hacerse cargo de su función y no esperar que otros lo hagan por uno,es decir el doctor con el paciente ,el párroco con la iglesia..cada quien decide su minoría de edad.anyeli santacruz
ResponderEliminarKANT nos dice que en la ilustración el hombre sale de su minoría de edad y empieza a servirse de su propio entendimiento pero no todo los hombres lo hacen, por eso dice Kant que vive en una época de ilustración y no ilustrada. En la ilustración se hace un uso público de la razón: Haiber Yela Benavides
ResponderEliminarpara mi lo mas relevante de kant es que el hombre sale de la minoría
ResponderEliminarosea que comienza a tratar de pensar por si solo. también que aunque la libertad es un derecho del ser humano en todos lados encontramos limitaciones de la libertad.kant nos dice también que la cuestión religiosa es la mas peligrosa por el modo de pensar de un jefe de Estado que favorece esa libertad.....WILLIAM FRANCISCO CASTILLO...
La ilustración según Kant es el paso de la minoría de edad a la mayoría de edad, la minoría de edad es la incapacidad de servirse por uno mismo. Pero uno mismo es el culpable de no salir de la minoría de edad por la falta de decisión y valor. Por eso hay que seguir el dicho "sapere aude". Las causas del no poder salir de la minoría de edad son la cobardía, la pereza y en ocasiones el miedo. El salir de la minoría de edad puede ser considerado como difícil y también como peligroso por que se tiene que adquirir muchas mas responsabilidades pero esto no deveria ser un problema ya que si actuáramos con responsabilidad y compromiso no tuviéramos ningún problema para salir de la minoría de edad.En conclusión para mi lo que Kant nos quiere decir es que no debemos ser conformistas y que no siempre tenemos que estar dependiendo de otros para nuestra supervivencia si no también servirnos por nosotros mismos y tampoco dejarnos engañar por lo que el mundo muestra.En fin la enseñanza que me queda de esto es que la ilustración es la capacidad de pensar por si mismo y tomar cada uno sus decisiones..... Así que muchachos a ilustrarse... FIN... YESICA MAGALY DIAZ MORALES
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarRazonar y obedecer y ser parte de la minoría de edad nos hace parte de una conciencia moral, tranquila aunque buscando la observación de mis propias opiniones para una ilustración de merecida libertad.
ResponderEliminarCLAUDIA ANDREA ALVAREZ ROJAS
Lo que la lectura me quiere decir es que para ser libres en ilustración tenemos que ter razón al pensar ; para que así el gobierno no nos quiera manejar como una maquina. aun que tenemos libertad pero no completa. así que tenemos que saber pensar.
ResponderEliminarRUBIELA MAYA
La minoría de edad de un ser se define según su actuar y pensar, cuando cada uno de nosotros es capaz de desvolverse solo y no depender de nadie, nacimos libres y por ende ninguno de nosotros debe de actuar bajo el mando de nadie, claro esta que en nuestra sociedad tenemos leyes que debemos obedecer para tener una sana convivencia y vivir en armonía con todos
ResponderEliminarLucero Bravo Andrade
El blog de Karl Marx nos dice muchas cosas, el dice que la minoría de edad en cuestiones religiosas es la que ofrece mayor peligro, el nos dice que uno es libre de pensar y que o hay que serrarse si no abrirle el conocimiento también dice que es tan como ser niño por que todo se lo ponen hay y que uno no se esfuerza para nada y que además los médicos lo juzgan como esta que los libros dicen todo llo que tienes q aprender entre otras, en conclusión Karl fue un filosofo muy sabio y a pesar del tiempo lo sigue siendo ya que es muy necesario conocer de él y de sus pensamientos.
ResponderEliminarlo que entendi es que la ilustracion nos muestra que es muy facil ser menor de edad pero es muy dificil poder pensar con nuestra propia razon ya que tenemos que ser libres y poder adquirir un buen conocimiento......... MARIA DEL MAR PANTOJA
ResponderEliminarque todas las personas estamos en un mundo en el cual para poder sobrevivir tenemos que depender de otras personas y asi poder salir adelante........ANA RUTH PORTILLO
ResponderEliminaren la lectura nos muestra las realidades que estamos viviendo en nuestro mundo de hoy en la cual no pensamos al expresarnos y que sentimos miedo.........MARYBEL RODRIGUEZ
ResponderEliminarQUE EMMANUEL KANT DICE uno mismo es culpable de esta minoria de edad cuando la causa de ella no yace en un defecto del entendimiento. esto quiere decir que es relacionar la minoria de edad con el poco conocimiento y la ilustracion con el conocimiento amplio.....MARITZA LICETH MORA
ResponderEliminarLa lectura de la ilustración, según Kant es muy interesante ya que su manera de pensar y exponer sus puntos de la ilustración es realmente importante. El facilismo de las personas hace que no explotemos lo que tenemos, debemos hacer y no desfallecer por más duros que sean los tropiezos que se nos presentan; al no intentar explotar lo que tenemos como: aptitudes, talentos a causa de la pereza no podemos saber quién realmente somos. Son pocos los que dan este paso y logran salir adelante; además debemos respetar lo que piensan los demás, aunque pensemos diferente. Todos podemos razonar. Pero existen gobernantes, jefes, etc., que nos mandan y nuestro deber es obedecer. Ciertamente sin ninguna obstaculización de razonar o pensar por sí mismo, cumpliendo con leyes u órdenes establecidas. Estamos en una época en donde muchos empezamos a ver quién realmente somos, a tomar nuestras propias decisiones, a elegir lo que realmente nos conviene; pero la mayoría no significa totalidad. Todo lo que existe tiene límites, así mismo nuestra manera de pensar. Podemos pensar libremente, pero eso tiene límites. Puesto que debemos pensar racionalmente y no pensar por pensar.
ResponderEliminarKant nos dice que algo muy cierto y es que para alcanzar la mayoría de edad es necesario poder servirnos de nuestro propio pensamiento, por lo tanto para lograr esto tenemos que tomar la decisión de ser independientes y no conformarnos con vivir bajo la conducción de alguien mas ya que es muy fácil vivir de esta manera. Aun que el dejar la minoría de edad representa un riesgo pero debemos esforzarnos para así ser libres y pasar a la mayoría de edad. También hay casos en los q no podíamos razonar pero podemos exponer nuestras ideas libremente ante la comunidad.
ResponderEliminarPara empezar kant habla en gran parte del texto sobre la minoría de edad, dando a entender que la salida de esta se conoce como ilustración. Plantea que el hombre es incapaz de tomar una decisión sin ayuda, y que él es culpable de esta, por el hecho de no ser capaz de ser autosuficiente. Permanece siendo menor de edad por pereza y cobardía, porque es mas cómodo ser menor de edad, así no tienes que enfrentar grandes responsabilidades.
ResponderEliminarEl tutor (culpable) hace que el hombre no quiera salir de esta minoría de edad, por miedo, pero este miedo no es malo. Y como dice un popular dicho”de los golpes se aprende”, pero quizás al golpearte te atemorices y no quieras seguir.
Ser menor de edad es una “naturaleza” de cada cual, pero a veces se convierte en afición.
El hombre solo es incapaz, no está enseñado, no es innato en el ser libre, y cuando lo es, es inseguro. Son pocos los que con esfuerzo logran salir de esta minoría de edad. Pero no todos son así, siempre habrá personas autónomas.
La revolución lleva a la ilustración, pero para que haya esta tiene que haber indispensablemente libertad, y para ser libre se debe razonar. Pero siempre habrá impedimentos y cuando los hay estos son particulares. También exalta que es necesario hacer uso de la razón; y a través de varios ejemplos me da a entender que se debe razonar, pero también se debe obedecer.
No vivimos en una época ilustrada, pero sí de ilustración; falta mucho para que el hombre sea autónomo, pero ahora somos LIBRES.
Por último dice que es fácil salir de esta minoría de edad.
Personalmente comparto las ideas que Kant propone en este texto, y es interesante imaginar que podría ocurrir si estas ideas se aplicaran, si cada uno de nosotros emprendiera una iniciativa por ser autónomo, autosuficiente, si decidiéramos hacernos cargo de nuestras responsabilidades, porque si cada persona se concientizara y saliera de esa minoría de edad, no fuese necesario un sistema de control que obligara al ser humano a obedecer, si cada uno es responsable se logaría una libertad pura; se cambiarían sociedades, revolucionaríamos pensamientos, y por qué no pensar en cambiar el MUNDO. Pero es algo complicado, pocos asumen las consecuencias de sus actos y mucho menos van a dejarse de resguardar en un ser que te protege y te inhibe de muchas cosas, para ir a hacerse cargo de sus responsabilidades, todo porque por la COBARDIA, porque no tenemos el coraje suficiente para enfrentarnos a nuestro devenir, porque es más factible vivir así. Pero así, así no se avanza, así no hay un buen futuro, así no hay libertad, ni ilustración, ni revolución, así no se PROGRESA!!!
Por último quiero resaltar una frase interesante y muy humanista de Kant:”El hombre es más que una maquina” excelente texto.
Alejandra Apráez
Kant fue uno de los filósofos más sobresalientes de la historia de la filosofía, kant dio a conocer su pensamiento sobre la ilustracion, donde se la toma como la salida del hombre de la minoria de edad, en la cual se deberia tener un mayor entendimiento pero debido a la incapacidad que tiene el hombre pata tomar una iniciativa y llevar a cabo su objetivo esto no se da, ya que el hombre es el propio culpable de ella porque se cohibe de realizar sus actividades debido a la falta de desicion y de entendimiento y sobretodo por que es influenciado a tomar desiciones no propias con la ayuda de otras persona que nos muestren lo que debemos hacer y lo que no debemos hacer. todo esto nos conlleva a una represion, a no hacer lo que queremos sino a realizar actos impuestos o regidos por los demas, nos fijamos mas que todo en el que diran, en los aspectos negativos y en como lo toma la sociedad, es decir vivimos en un medio en el cual no nos expresamos libremente.
ResponderEliminarla lectura de kant es muy interesante ya que muestra una realidad. muchas personas estan acostumbradas a ser dependientes de otras,lo que no deberia ser; al mostrarnos esto kant nos pertmite darnos cuenta del facilismo de las personas,nos hace recapacitar.Al darnos estas ideas nosotros vamos a intentar dar soluciones a dichos problema.
ResponderEliminaratt:Tania Ramos.
Primero que todo nos muestra el gran pensamiento del filósofo Kant ya que expresa su idea de libertad de ser y de pensar del hombre.
ResponderEliminarMe da a entender que siempre dependemos de otras persona para sobrevivir ya que por algún motivo que nos pase siempre nos quedaremos estancados y nos conformamos con lo que sabemos o tenemos y no nos damos esa oportunidad de aprender más; aunque el hombre es muy duro que sea autónomo, la ilustración también nos quiere decir que es la salida del hombre de la minoría de su edad ya que esto es la incapacidad de servirse o darnos cuenta del propio entendimiento ósea que el hombre empieza a pensar por sí mismo.
Pues fue de esta manera como entendí la lectura de la ILUSTRACION
ATT: Eliana Maribel Andrade Burbano
uno pertenece a las minorias cuando no se siente capaz de llegar al entendimiento o siiente miedo de equibocarce... sentimos miedo de to0mar nuestras propias desiciones ya q nuestra inexperiencia nos da duda... y el miedo a ser jusgados por los demas pero podemoa pensar que nuestras desiciones tambien sirven de algo todos merecemos el derecho de ser valorados.
ResponderEliminarATT: edison villa
Kant nos dice que para tener la mayoría de edad debemos ser independientes es decir tomar nuestras propias decisiones ya que vivimos en una sociedad en la cual dependemos de decisiones de las demás personas.
ResponderEliminarAtt: Aslly Geovanna Batidas ;)
kant en la ilustracin nos muestra que la minoría de edad en cuestión religiosa es la que nos ofrece mayor peligro ya que la ciencia son las que dominan
ResponderEliminarkant en la ilustracion nos muestra que la minoría de edad en cuestión religiosa es la que nos ofrece mayor peligro ya que la ciencia son las que dominan att: Manuela Casanova Almeida
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